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Tumbos en Capital

(Buenos Aires'22)

I

Desperté un día formando un vórtice en una nuca
imposición de manos sobre un cuerpo vertical y meditativo
Desperté otro día robando a mano armada
a un cuerpo derecho y horrorizado
Otro día despegué un ojo
y vi como moría un cuerpo horizontal y meditativo,
en la calle, hecho el torax un collage carmesí
rogándo que cuiden de sus animales y avisaran a la familia
Amanecí un día presenciando una gata parir
y dejar la vida por seis cachorros pardos
vi el sol derretido y la helada colándose en la ventana rota
Recuperé la conciencia un día, en el que el país y mi barrio
transitaban una época oscura
y traté de buscar una madre y un consuelo
mientras oía estruendos sin tregua
banderas cortando el humo
Otro día me levanté sin abrir los ojos
y agudizé bosques incendiándose
busqué doparme como quien tuvo demasiado
nada callaba las sirenas, las aves gritando
los pulmones verdes pulverizados por la criatura humana
delfines encayando en las orillas
Dí un salto enorme un día
manejé sexo en un baño de estación
y un beso inflamado de aluminio
y como quien tuvo demasiado
mantuve la vida atenta a cada día que abría
comenzando con un verso para protejer mis ojos
mi iris es blanco y en él nadan espectros
que piruetéan como rayos a fulminar la noche.

II

la partera
y el asesino
la tinta crepuscular
y la burbuja del entrecejo
donde dejan mensajes los ángeles
el elefante que moldea el cementerio de los suyos
y el cazador que lo mide con sigilo por su marfil

III

La criatura humana adolece
Es una deidad enferma en el sanatorio terrestre
odia al padre estado, pero le pide cobijo luego
se envena con melodías negativas y químicos
se magnetiza a pantallas brillantes como un insecto vacío
Decora su propia lápida digital,
que visitan otras criaturas que no conoce,
con flores de plástico
y así inventa una vida que nunca vivió
Aún cuando se crea racional y libre,
aceptará cualquier órden y condicionamiento pateando fuera de sí la coherencia
Renegará del estado y marchará en su contra
por donde el estado le diga que marche y bajo su lupa
Archiva sus recuerdos en fríos servidores
por no entender lo eterno que es el fuego de su alma
disfraza con colores y consignas sus causas contra el mundo ilusorio a su alrededor
que luego comercializa en cualquier esquina
y lucha con violencia, por lo que le hicieron creer justo
y la violencia, no entiende, solo crea más violencia
golpéa, protesta, llora
y vive espiritualmente miserable
ignorando su cualidad divina
hace cuanto tiene al alcance
para evitar trabajar su interior
el único camino real en este plano.

La criatura humana
un animal marcado
de a ratos arisco
a los reflectores de las estrellas
otras veces
entregado al deceso inevitable
un animal marcado
asustadizo de su propia voz
se escucha respirar
y cree que es el enemigo
adolece,
sortea el salir de caza
de algo más grande
las orbes la miran
esperan pacientes
a que reciba el mensaje.

IV

Bebi tres litros de un tirón
Los árboles se inclinaron
No se si será el mundo
O yo mismo haciendo la reverencia
Pero todo surge de la noche noblemente
Y acompaña mi ebriedad danzando
La luna, mis ojos, y la sombra
sosteniendo mi cabeza.

El frío nectar de la cocaína
Hundió mis pies en el callejón
Un viejo duerme plácidamente en un auto
Arruinados,
el viejo y el auto
Algo en la noche
Los baña de una ternura especial
Y surge mi cariño por todos los seres
despojados de su divinidad
En algún momento todos fuimos infantes
Asombrados del planeta extraño presentado
Hoy buscamos entre la basura, en ojos ajenos, fondos de botella
Algo que nos vuelva a esa pureza y juego.
Esnifo solo en el callejón,
mi cuerpo se entumece
Esta noche soñaré que los pinceles son aviones
Y los parques junglas peligrosas.

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