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Canto de Calandria

(Tigre '21)

En un nido otoñal
repasamos no equivocarnos
y ubicar bien su sostén
ramilla a la vez,
pronto al río que inunda el Abril
y un poco del Mayo.
Ramilla por ramilla y musgo,
colchón de yuyeros,
aromático, verde lagarto,
donde nos echamos a ver crecer algo
tiempo después, incubamos gérmenes de oro
Una araña roja hilaba entre los tallos
«Precioso», dijimos.
Supimos qué hacer
en las veladas cuando rozaba la crecida,
pronta a nuestro hogar de rastrojo
venciendo vendavales.
Nuestras alas liadas en briznas vagabundas,
como único puente del vuelo
hacia el mundo material,
parecían mantener el todo unido,
y en el centro de la noche
regalando canto de pájaro estropeado
alimentamos la pira de recuerdos de la criatura humana;
y si todos los cantos imitamos
también habrá lugar
para penas y hazañas
de jóvenes chispas buscando su mecha
en la ciénaga de la creación divina
La ternura emanó de recuerdos bravos
entendimos lo inevitable
nacer en sintonía con el grito primigenio
habernos sido arrebatada la calma
de navegar el eter de la inexistencia tiempo atrás
para ocupar un punto en este eco que colma todo
y estos cuerpecitos que tiemblan juntos dicen;
algo preciado se gestará del caos.

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